Crónica de nuestra primera visita al Retiro

El día 11 de Enero, todos los alumnos de 1º de Bachillerato de Salesianos Atocha fuimos hasta el retiro, para empezar por fin el trabajo de Fitoatocha.

Nos dividimos por grupos, se nos asignó una determinada entrada, y comenzó el trabajo.

Por desgracia, a nuestro grupo, F4 chupiatocha, nos tocó la que estaba más lejos; así pues, entramos por la puerta del Ángel Caído, y subimos hasta la estatua, pasamos por delante de la rosaleda, y recorrimos todo el paseo de coches (todo esto sin descansar...) hasta que llegamos a la Puerta de Madrid, que (nosotros tan ingenuos) pensamos que era la nuestra, es decir la de O´Donell. Tuvimos suerte de darnos cuenta de que no era así, de modo que Nacho nos avergonzó preguntando a algunas personas que pasaron por la calle, hasta que un ciclista nos indicó que estaba más adelante.

Por fin ( y sorprendentemente ) llegamos. Ya pensábamos, que para salir todos en la foto con la puerta que nos correspondía, tendríamos que pedírselo a alguien de la calle y que nos toparíamos con un señor de setenta años al que le tendríamos que explicar cómo se saca la foto, pero la afortunada fue una señora con un niño que salía en ese momento. La verdad es que la sacó muy bonita.

Entramos, y nos pusimos manos a la obra. Aunque habíamos tenido la mala suerte de que nos tocara una entrada donde Cristo perdió la chancla, había infinidad de carteles junto a los árboles, indicando algunos datos y sus nombres. Nos decepcionó un poco que, una especie de montañita llena de vegetación y con un sendero que conducía a su cima estuviera cerrada, pero había tantos árboles entre los que elegir que eso no nos detuvo. Así, fuimos eligiendo cada uno el suyo (Tuvimos que pelearnos con miembros de los equipos de otras clases por algún árbol).

Cristóbal escogió el Tilo Europeo, Irene la Arizónica, Patricia el Fresno, Nacho el Granado, Stalin el Pitosporo y Marina, el ciprés.

Mientras buscábamos, fuimos sacando fotos según las categorías que nos habían dicho un poco antes, para la Fotomaratón. (Estuvimos un buen rato asustando palomas para cogerlas en pleno vuelo para la categoría de movimiento)

Hemos de reconocer que nos desviamos ligeramente de la actividad al encontrar un parque de columpios, pero en seguida nos centramos y seguimos con nuestra ruta.

Terminamos el trabajo bastante rápido, pero no nos sobró tiempo, dimos una vuelta(compramos unas pipas a precio de oro) y por último fuimos de nuevo al Ángel Caído donde habíamos quedado a las dos con el resto de grupos y profesores.

El resto, es otra historia...